martes, 3 de octubre de 2017

El perverso lenguaje


Yo también estoy triste, preocupado, avergonzado. En esta malvada y absurda batalla entre un gobierno que desprecia la opinión de sus ciudadanos y otro que desprecia la ley, existe una palabra para todo, incluso para definir a gente como yo. Nos llaman los “equidistantes”. 

Quizá sea el resultado de tantas reformas educativas que no cuajan, pero tengo la impresión de que hemos “desaprendido” como conjugar algunos verbos: yo tengo razón, tú te equivocas, él miente. Yo amo, tú odias, él desprecia. Yo sé, tú desconoces, él cree. Esto es lo que se oye en las calles y como en todas las grandes batallas, mientras tanto, los generales se sientan cómodamente en la retaguardia mientras el pueblo sangra y las palabras siguen chocando en el aire, esparciendo semillas de odio que tardarán muchos años o muchos razonamientos sanos en desaparecer. Choca democracia con estado de derecho, derechos con libertades, y chocan porras contra cabezas.

Y otra vez hermanos enfrentados, familias rotas, amigos perdidos. Y de nuevo A o B, blanco o negro, conmigo o contra mí.

¿Qué hemos aprendido? ¿De qué nos han servido miles de años de historia si no conseguimos que deje de repetirse?


Y ahora tengo miedo, porque como dicen las reglas de todas las lenguas del mundo, las frases que empiezan por odio, terminan por muerte.

Publicado en XL Semanal Nº 1565 El bloc del cartero

lunes, 4 de septiembre de 2017

Choque de trenes


Algo me dice que, antes de este, ya cercano, choque de trenes los tripulantes saltarán para ponerse a salvo y toda la responsabilidad y el dolor, caerá, una vez más, sobre los pasajeros.

Si eres independentista, te digo que la Cataluña que tú quieres es la España que yo quiero, y te invito a hacer unas reflexiones: ¿crees que esa Cataluña es la que verdaderamente quieren los que te están llevando de su mano?. ¿Quien decide motu proprio saltarse la ley que no le gusta, está legitimado para redactar leyes nuevas?¿Conoces el significado real de la estrella de la bandera que ya has asumido como tuya?¿Crees de verdad que en el mundo del siglo XXI menos es más?

Si, por el contrario, eres un acérrimo defensor de la Constitución del 78 y del estado de derecho, te recuerdo que la Democracia es el poder en manos de las mayorías y que a ninguna democracia verdadera, le pueden dar miedo jamás unas urnas. Quizá deberías preguntarte: ¿Es esa Constitución de 1978 una buena base para sustentar la forma de sentir de la España del siglo XXI?¿En qué medida el derecho debe imponerse sobre la voluntad de la mayoría?¿Si esta decisión debemos tomarla todos los españoles, no sería bueno que alguien, de una vez por todas, nos lo preguntara?

miércoles, 5 de abril de 2017

Un mal sueño

Hoy me desperté sobresaltado. Soñé que vivía en un mundo “low cost”, y “fast everything” en el que las palabras mágicas que abrían las puertas del éxito eran “gratis” y “rápido”. Era un planeta plagado de fronteras artificiales en el que todos sus habitantes se agrupaban en tribus, cientos de miles de tribus, enfrentadas entre sí, gobernadas por un estulto repeinado que trataba de dirigirlo todo con órdenes de no más de 140 caracteres, y que pensaba que dirigir un estado no era muy distinto que dirigir una empresa.

Entre la gran diversidad de tribus, pude distinguir la de las buenas y la de las malas personas, aunque cualquiera podía cambiar libremente de la una a la otra a su antojo. También había personas guapas y feas, listas y tontas, pobres y ricas, heterosexuales y LGTBI, religiosas y ateas, de izquierdas y de derechas incluso también de centro que paseaban también a placer de un lado al otro de la calle. Había las altas y las bajas, las trabajadoras y las vagas, las violentas y las pacíficas, y así toda la población se repartía en tribus, cada una de las cuales odiaba convenientemente al resto y adoraba con fe ciega a la propia.

Los niños, aprendían desde pequeños que las habilidades nacen con uno y que el esfuerzo era una absurda pérdida de tiempo. Sus padres les protegían de todo mal y los profesores trataban en vano de inculcarles un concepto prohibido: “la pasión por aprender”. ¿Aprender para qué?

Era un mundo sin razón, sólo de sentimientos. Emotivo y primario en el que era tan difícil encontrar respeto como una pared limpia.

Por suerte solo era un sueño. ¿Se imaginan que ese mundo fuera real?


jueves, 16 de febrero de 2017

Hemos lanzado Punto Crítico

Hoy quiero recomendaros que visitéis nuestra nueva página:



Una de las pocas páginas para adultos en la que no veréis desnudos, salvo en alguna obra de arte, o de las pocas páginas de la red que no hará daño a niños, ni a adolescentes, ni a jóvenes, ni a adultos, ni a ancianos.

Alimento de mentes inquietas y lugar de reposo de una verdad que reconocemos inabarcable.

Una página sin tiempo que nos ayudará a todos a comprender la evolución del pensamiento humano. Sócrates, Spinoza, Voltaire, Locke, Gramsci o Chossudovsky, son unos pocos de nuestros "becarios".

Estoy seguro de que gustará a aquellos que con cierta frecuencia os dejáis caer por este blog.