domingo, 12 de junio de 2016

Un viaje a través del ADN



Qué absurdo empeño en querer mostrarnos diferentes si en realidad todos lo somos.

Absurdo porque ese empeño nos hace iguales. Absurdo porque nuestra diferencia es la mezcla de muchas identidades que pudimos haber sido y cuya elección depende más de los condicionamientos de nuestro entorno que de nuestra estructura molecular.

No hay razas puras porque los moldes únicos los inventaron los dioses y los dioses siguen callados, simulando tan bien que no existen, que al final han dejado de existir de verdad.

¿Por qué necesitas una tribu si tu tribu es la humanidad?

¿Por qué odiar a las otras tribus si son también la tuya?

Somos iguales, asúmelo.

Somos diferentes, asúmelo.

Sólo necesitamos respeto mutuo.