martes, 12 de junio de 2012


Algo se está cociendo en Oriente Próximo.

El pasado 17 de mayo de 2012, el diario ABC publica la curiosa historia de una fotografía anónima que obtuvo en su día el premio Pulitzer.


La fotografía muestra un pelotón de fusilamiento iraní ajusticiando a un grupo de kurdos durante la invasión del Kurdistán iraní por las tropas del Ayatola Jomeini en el año 1979.

Lo que llamó mi atención de esa fotografía fueron los fusiles utilizados por los iraníes. Se trata de un Heckler & Koch G3 (H&K G3) de fabricación alemana con licencia CETME española que, además, utiliza munición del calibre 7,62, un cartucho del que España es posiblemente el mayor exportador mundial.

Pero era posible que ese comercio de armas hubiese tenido lugar en un pasado reciente pero no ahora, de modo que busqué fotografías más recientes. Et Voilà!


Siguen utilizando el mismo fusil, aunque una versión más moderna.

El 3 de junio, se publica en El País, el siguiente artículo.
No es necesario investigar mucho para obtener el nombre de la empresa fabricante de esos submarinos: ThyssenKrupp AG  y averiguar que la producción fuerte de esta empresa no son precisamente los ascensores sino que, las armas producidas por ellos, han alimentado todas las guerras europeas desde 1866 hasta 1945.

¿A quién puede interesar entonces una guerra entre Israel e Irán?

¿Hay algún otro país que compre armas a Alemania?

En 1999 durante la presidencia de José María Aznar, España abandonó el CETME, de fabricación nacional, para sustituirlo por el Heckler & Koch G36.



¿Qué fusil utiliza el ejército Griego?:


¿Cuál se utiliza en Portugal?:


A excepción de Irlanda, los países rescatados de la UE, todos utilizan armamento fabricado en Alemania.

¿Por qué siendo un producto relativamente sencillo de fabricar, no es cada país el que arma a su propio ejército? ¿Alguien sabe por qué compramos a Alemania algo que podemos producir íntegramente nosotros?