La lógica es bien simple, si tienes suficiente dinero, puede
que en lugar de comprarte un bocadillo te compres dos, o quizá un bocadillo y
un pastel de postre, en cambio si tienes menos, es probable que tengas que contentarte
con un simple trozo de pan. Pero si los bocadillos son gratis, tu hambre se
convertirá automáticamente en insaciable. Quizá con esto se explique la
conveniencia de cobrar un alto precio por los alimentos, dado que una alimentación
sin coste, acabaría sin duda con toda la población indigestada.
Obviamente, la demanda está influida por más factores
que simplemente el precio, factores que los economistas desprecian en esta función
aplicándole la locución latina: “Cæterīs pāribus”, es decir “permaneciendo
invariable todo lo demás”.
Pero… ¿Se comportan todos los bienes igual?
Hace tiempo, en el banco me explicaban la ventajas de pasar mi
cuenta a lo que ellos llaman una “cuenta nómina”: tarjeta de crédito “gratuita”,
cero comisiones por transferencias, un crédito automático disponible a un “módico”
interés, etc, etc.
Cuando la amable bancaria terminó de exponerme las excelencias del producto, se me ocurrió una estúpida pregunta: ¿y qué ocurre si me quedo sin empleo? A lo que ella contestó: “Pues que obviamente estas ventajas se pierden”. Continué con mis preguntas estúpidas:”Entonces… ¿si las cosas me van bien me ofrecéis todo tipo de facilidades que no necesito porque todo me va bien. Y si las cosas se me tuercen, me quitáis esas ventajas justo en el momento que las necesito para salir adelante?” “Así es” afirmó ella.
Cuando la amable bancaria terminó de exponerme las excelencias del producto, se me ocurrió una estúpida pregunta: ¿y qué ocurre si me quedo sin empleo? A lo que ella contestó: “Pues que obviamente estas ventajas se pierden”. Continué con mis preguntas estúpidas:”Entonces… ¿si las cosas me van bien me ofrecéis todo tipo de facilidades que no necesito porque todo me va bien. Y si las cosas se me tuercen, me quitáis esas ventajas justo en el momento que las necesito para salir adelante?” “Así es” afirmó ella.
Sorprende ver este mismo comportamiento también a un nivel
macroeconómico. Si un país atraviesa un período de crecimiento económico,
los “inversores” adquirirán su deuda a un bajo interés puesto que esa deuda es
segura. Sin embargo si el país atraviesa una dura crisis, en lugar de prestarle
dinero a más bajo precio para asegurarse los “inversores” más probabilidades de
cobro, la deuda se venderá a un interés mucho mayor que generará más
dificultades a su población y también más dificultades de cobro a los
compradores.
¿Algún voluntario para explicar la lógica de este
comportamiento?