miércoles, 21 de marzo de 2012


Una locura que da miedo.

Un psicópata es una persona con una alteración de su conducta social que se manifiesta en una falta absoluta de empatía y de remordimiento por sus actos.

No, no es que sus sentidos y su percepción estén alterados, lo que ocurre es que para él, los demás somos como objetos, no siente ninguna conexión con nuestros sentimientos, simplemente no le importan. Tampoco se somete a nuestros criterios morales ni a nuestra tabla de valores. Él psicópata está por encima del bien y del mal, lo único que le frustra es haber traicionado sus propias reglas, las de los demás no le interesan.

No se trata de que la psicopatía lleve al hombre a encontrar una justificación a su propia maldad, sino que para él, la maldad no se define por un criterio social sino por el suyo propio, es decir, el psicópata solo puede ser malo consigo mismo, cosa que se guardará mucho de hacer, puesto que los demás le traen sin cuidado.

El 11 de mayo de 2011, dos terremotos sacudieron la localidad murciana (España) de Lorca no sólo hubo numerosos edificios destruidos y graves daños materiales sino que ocho personas perdieron la vida como consecuencia de los seísmos.

La mayoría de seguros de hogar no cubren daños producidos por fenómenos naturales, de modo que, de estas indemnizaciones se encarga el Consorcio de Compensación de Seguros, una entidad pública que depende del Ministerio de Economía.

Ha tenido que pasar casi un año para que haya empezado a llegar el dinero a las cuentas corrientes de las familias afectadas, es decir, a aquellas personas que perdieron su vivienda aquél fatídico día.

Poneos en situación. Un día vuelves a casa del trabajo y te encuentras con que tu edificio no existe. Esa vivienda en la que tú y tu familia invertisteis todos vuestros ahorros de muchos años y que sigues pagando al banco rigurosamente y con mucho esfuerzo, ya no está.
Sin comerlo ni beberlo, te ves obligado a vivir con tus familiares o en una pequeña casa prefabricada que las instituciones ponen a tu servicio, hasta que tu vivienda se reconstruya, cosa que sabes que llevará en el mejor de los casos más de un año.

Un día recibes la noticia de que el Consorcio de Compensación de Seguros, por fin te ha ingresado el dinero que te permitirá reconstruir tu hogar. Contento te diriges al banco y el bancario te dice que, lamentándolo mucho y haciendo uso de su derecho legal, ese dinero no es tuyo y que se lo quedan como garantía del pago de la hipoteca de aquel piso que ya no existe.

Como ves, hay gente que legisla cosas así y gente que se aprovecha de esas leyes porque son beneficiosas para ellos, aunque sean perjudiciales para ti y socialmente reconocidas como injustas.