viernes, 2 de noviembre de 2012

Quo Vadis Frente Cívico Somos Mayoría. I

Frente Cívico ¿Somos Mayoría?
Sabéis por algunos artículos publicados con anterioridad, que no sólo di mi apoyo sino que desde el momento en que se constituyó, me integré en el Frente Cívico Somos Mayoría de mi ciudad.

Creo que no me equivoco si digo que a la mayoría de esa mayoría, nos llevaron motivos muy similares a acercarnos al FCSM. La imagen de honestidad de Julio Anguita, reconocida incluso por muchos de sus oponentes, unida a su discurso, no daban lugar a dudas. Todos aquellos que buscábamos algo distinto, algo nuevo a lo que unir nuestras fuerzas para crear sinergias que cambiaran las cosas, creímos que en ese Frente Cívico, encontraríamos nuestro espacio.

Fue el 20 de junio de este difícil 2012 cuando el Ex-coordinador General de Izquierda Unida pronunció su discurso en Sabadell: “Ha llegado el momento de retaros amigablemente. Si no lo hacéis por vosotros, hacedlo por vuestros hijos” dijo. Y ¿quién que esté padeciendo en sus carnes las consecuencias de esta injusta crisis podría sustraerse a ese llamamiento?

Debido a la incierta situación de nuestro país y en general de todo el mundo, cuando alguien con el peso político de Anguita dice ofrecerse como: “El referente de una operación política que intente cambiar el país”, a nadie se le ocurre pensar en nada más que en levantarse y aplaudir y en correr adonde le digan para sumarse a esta causa.

A nadie se le podría ocurrir entonces pensar algo tan obvio como: ¿cambiar sí, pero hacia dónde? o ¿qué entiende Don Julio por “operación política”? Cada uno de nosotros tenía una respuesta propia a tales obviedades. Ni siquiera se nos ocurrió pensar que junto a Anguita, podría haber gente que quizá no compartía la misma forma de ver ese cambio que él.

Desde el principio todo apuntaba a que, la organización fue posterior al llamamiento y no al revés, lo que imbuía al proyecto de una bella pátina de espontaneidad que nos hacía reconocer las inmensas dificultades del reto y disculpar los posibles errores iniciales.

Han pasado ya cuatro meses desde todo aquello y si bien es poco tiempo para criticar cuestiones organizativas que se irán sin duda subsanando, creo que es tiempo suficiente para hacer un necesario balance de situación, y hay elementos suficientes sobre la mesa para poder analizar con la mayor objetividad posible cuál es el rumbo real que está tomando esta aventura.

Para comenzar mi análisis, creo que es necesario recordar brevemente cuales fueron los orígenes de la Coalición Izquierda Unida.

Sus inicios se remontan al año 1986 cuando el PSOE, en contra de lo que siempre defendió (no olvidemos su famoso eslogan:”OTAN, de entrada NO”), firmó, tras un polémico referéndum no vinculante, la entrada de España en la OTAN. Como respuesta a lo que se consideró una traición al electorado, surgió de forma espontanea una Plataforma Cívica que acabó aglutinando a un gran número de tendencias de izquierdas y que con el tiempo daría lugar a la “Plataforma de la Izquierda Unida”

Esta hermandad duró más o menos un año y tuvo su recompensa electoral, pero luego varios de los partidos integrantes, y por razones de diversa índole, fueron desligándose de ella.

Siguieron nuevas incorporaciones, nuevas corrientes, divisiones, abandonos, etc. con el único factor común de tener siempre a la cabeza al Partido Comunista de España excepto en la época liderada por Gaspar Llamazares y su corriente de Izquierda Abierta que acaba de constituirse este mismo 2012 en partido político, aunque sin abandonar la coalición.

El liderazgo de Anguita como coordinador general de la formación, entre el año 1989 y el 2000, llevó a IU al que sigue siendo hasta hoy su techo electoral de  21 diputados en 1996

De justicia es reconocer la importante mejora electoral en la últimas elecciones de 2011 donde Cayo Lara lleva a la agrupación a una sustancial recuperación respecto al varapalo de 2 diputados en los comicios anteriores de 2008, obteniendo esta vez 11 representantes en la cámara baja, aunque para muchos este sea más un demérito del PSOE que un mérito propio.

Fue el enorme fracaso electoral de 2008 el que llevó a Julio Anguita a escribir, el 22 de abril de ese mismo año, una carta dirigida al Comité Federal del PCE. En ese escrito, Anguita propugna la necesidad de una refundación de la Coalición y atribuye el fiasco electoral a la falta de una línea clara de actuación, y de un programa coherente que debe asentarse sobre las bases de la lucha por la república, el federalismo y la democracia. 

En 2011, la crisis sigue ahogando injustamente a los ciudadanos que se sienten traicionados por sus representantes políticos y, en respuesta, surge una espontánea reacción popular que culmina con las protestas civiles del 15 de mayo (15M), en torno al cual germinarían otros movimientos como Democracia Real Ya, Stop Desahucios, Acampada Sol, etc. Cinco días más tarde, Julio Anguita publica en numerosos periódicos de tirada nacional y páginas web su artículo titulado: “Son los nuestros”. Especial relevancia en ese artículo tiene, siempre en mi opinión, este párrafo: “Creo, como comunista organizado, que nuestra militancia comunista exige de nosotros y a título personal, enrolarnos, comprometernos y engrosar sus filas sin más soldada ni recompensa que la gratificante sensación de que volvemos de nuevo a galopar hacia Utopía; o lo que es lo mismo hacia la honestidad, la justicia, la igualdad y el lenguaje limpio y veraz al servicio de la comunicación de ideas.

Continúa: Quo Vadis Frente Cívico Somos Mayoría. II

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