viernes, 5 de octubre de 2012

Una semana difícil

Tras ser archivadas las causas contra los detenidos el pasado 25S, a uno se le queda una extraña sensación en el cuerpo. Que el pasado 25 de septiembre ocurrieron cosas extrañas, no se le escapa a nadie pero, que a nadie se le exijan responsabilidades por ellas, resultaría más extraño aún si no estuviésemos hablando de un país como España. Todo parece apuntar a un elíptico pacto de silencio entre administración y administrados que no me atrevo a juzgar.

Por la red han circulado vídeos, entrevistas, fotografías y documentación de sobra para acreditar que la policía tenía infiltrados entre los manifestantes. Según miembros de la propia UIP, esta es una práctica habitual y, en principio, nada tengo contra ella si su objetivo es evitar que los violentos sin control hagan de las suyas pero, visto lo visto, parece quedar demostrado que dicha prevención no funcionó.


De todos los vídeos que he visto al respecto, me quedaré con dos de ellos. En uno, un antidisturbios afirma que las detenciones de manifestantes sólo se producen cuando se tiene la certeza de que el detenido estaba cometiendo algún acto vandálico, en sus palabras: "... la gente normal, no coges a ninguno, siempre coges a los mismos...". En el otro, unos policías de paisano detienen a un compañero infiltrado en la manifestación.

La conclusión que se extrae de ambos vídeos es la siguiente: o bien el policía detenido estaba cometiendo alguna ilegalidad, cosa que da verdadero miedo, o bien, si como ellos defienden no fueron instigadores de las agresiones, entonces no cabe otra explicación más que la de que las detenciones son completamente arbitrarias, lo cual nos lleva a pensar que no es posible saber si los detenidos lo fueron o no al azar. Esto último da auténtico pavor puesto que supone la coartación  de un derecho fundamental a cualquier ciudadano sin que medie causa alguna, por parte de un agente de la autoridad, lo que huele intensamente a rancias épocas pretéritas que todos creíamos superadas.

Seamos justos, no todos los policías son iguales. No olvidemos esto: "Un muerto y tres desaparecidos en la playa del Orzán de A Coruña"

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