No sé si estoy en un proceso de pérdida del sentido por la intensidad del dolor vivido, o si se me escapa información por no tener la antena permanentemente conectada; pero lo que percibo cada vez que escucho las noticias, o las declaraciones de un miembro del gobierno, o las de un “prestigioso” economista, no me aclaran en absoluto que vaya ser bueno para mí salir de esta crisis.
Cuando miro mis facturas, mi cuenta bancaria, mi nómina (aún tengo suerte de tener una cada mes), mis amistades, los comercios en los que ya no puedo comprar porque han cerrado, mi fondo de armario cada vez más desgastado, mis nuevos consejos a mis hijos sobre lo que es la propiedad y la prosperidad, no veo coincidencia con lo que me cuentan y demuestran sobre lo que debemos conseguir.
Si yo no estoy entendiendo mal para no seguir en crisis debemos dejar de disfrutar de una sanidad de calidad, de una educación como la de los países más desarrollados, de unos servicios públicos que atiendan las necesidades de los ciudadanos, de una calidad laboral digna de una sociedad avanzada, de una vejez cada vez más extensa y con capacidad de aportar a la sociedad… Para mejorar debemos empeorar. Paradójico.
No he escuchado ni leído que todas las medidas que se mencionan y aplican para salir de la crisis tienen como objetivo tener el bienestar que hasta hace muy poco hemos gozado. Y sobre todo, nunca oigo ni leo que abandonar la crisis supondrá que las “personas” vivamos bien. Sólo se mencionan a los gobiernos y a los bancos como los elementos fundamentales para salir de la crisis. Pues perdón, pero lo fundamental en la crisis somos estos terrícolas que tenemos hambre y frío, y que nadie nos menciona al hablar de crecimiento.
Se llenan páginas y horas de sesudas tertulias comentando los cambios estructurales y de modelos sociales que hasta ahora parecieron ser válidos. Pero en mi naufragio informativo no encuentro quien me señale cual va a ser el nuevo modelo. Si estamos cambiando los modos ¿cuál va ser la estructura de la sociedad del 2020?; ¿ya no se podrá vivir en un ambiente de bienestar?; ¿me tendré que gastar el dinero en un seguro privado o en la universidad de mis hijos?; ¿o lo tendré que ahorrar para una jubilación que tiene expectativas de desaparecer?.
Esta situación que estamos a llamar crisis está siendo muy dolorosa; pero me temo que los que nos conducen fuera del túnel nos dirigen a una zona de tormenta y de barrancos desprotegidos, donde unos pocos vehículos serán capaces de mantenerse en la vía. Los demás irán cayendo.
Pero para no rematar con una visión pesimista, veo en el túnel otras salidas que nos vuelven a mostrar cielo despejado y senderos más seguros. Quizás nos obliguen a ir caminando en fila india, pero por un paisaje que ya conocemos, al que solo hay que añadirle responsabilidad, sentido común, y humanidad. Humanidad que no se encuentra en los términos “mercados” y “especulación”.
No somos optimistas ni pesimistas. Hace tiempo que dejamos de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Para nosotros sólo es un vaso con un líquido dentro. Nuestro marchito idealismo sigue conservando sus raíces intactas: sí, las cosas son como son, pero con voluntad, podrían ser de otra manera.
miércoles, 15 de agosto de 2012
sábado, 11 de agosto de 2012
El SAT entra en Mercadona.
La verdad es que para opinar sobre este caso hay que ser muy
estricto, así que, como siempre, recurro al diccionario.
Robar: 1. Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo
ajeno. || 2. Tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier
modo que sea.
Sí, ya sé que muchos pensaréis: no es ahí donde hay que buscar,
es en el código penal donde está definido el delito de robo y al fin y al cabo
esa es la ley que se usa para juzgarlo así que vayamos al código penal:
Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal.
TÍTULO XIII.
Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se
apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las cosas para
acceder al lugar donde éstas se encuentran o violencia o intimidación en las
personas.
Si tenemos en cuenta la definición del diccionario, la actuación
del alcalde de Marinaleda en el Mercadona, no puede ser considerada robo puesto
que el señor Gordillo, no toma nada “para sí” pero, si lo que aplicamos es el
código penal, tampoco podría considerarse robo puesto que en su acción no había
ningún ánimo de lucro dado que, según sus propias declaraciones, expropiaba para los demás y no para él.
Supongo que si algún abogado lee estas líneas se estará tirando
de los pelos por la simplicidad de mi razonamiento así que no seguiré por ahí.
Seguramente hay mil matices ocultos que establecen que llevarse algo que no es
tuyo, es un robo en toda regla. O no claro. A veces las leyes son así de absurdas. Ese es el precio que hay que pagar por querer abarcar sobre un papel todos los
casos posibles, al final, siempre hay alguno que se escapa.
Stricto sensu - valga el término usado por los letrados -, el
alcalde de Marinaleda no ha robado nada a Mercadona, sin embargo, dado el
extraordinario interés que ha puesto el ministro del interior en azuzar a la
fiscalía para que impute a Sánchez Gordillo, me temo que la acusación será
otra: algo así como alteración del orden público o algo similar que permita
meter en la cárcel a don Juan Manuel, o quizá mejor, a alguno de los miembros del SAT detenidos, unos años y convertirlos así en mártires de
su causa a ojos de sus seguidores y en arredrados y humillados perdedores a los de
sus críticos.
El fondo del asunto, es decir: ¿qué hacemos con la gente que no
tiene ya nada que llevarse a la boca? quedará como siempre atrás.
Cuándo algún partidario de un partido político intenta
conquistar mi voto, siempre le hago la misma pregunta: ¿qué plan tiene
tu partido para los vagos? En esa pregunta, doy por hecho que su partido
considera vagos a los que no trabajamos puesto que muchos piensan que no lo
hacemos porque no queremos, porque estamos cómodos en nuestras casas comiendo
la sopa boba. No pregunto por los desempleados porque eso puede llevar a una
respuesta automática: “incentivar las políticas de creación de empleo”. En realidad pregunto por aquellos que ya no van a encontrar un empleo en lo que les queda
de vida y no tienen ningún tipo de prestación. Esos que algunos publicadores de noticias llaman: “caraduras”.
Si la respuesta es:
la caridad, entonces quizá en el mundo en el que vivimos, se haya sustituido el
derecho a la vida por el derecho a la misericordia.
¿Qué es lo que tienen que hacer si no, aquellos cuya lucha
diaria es ya tan solo por sobrevivir? ¿Arrastrarse a los comedores sociales
para contribuir al lavado de conciencia de aquellos que les han dejado sin
nada?
Ojalá los que leéis estas líneas, nunca tengáis que reventar el candado de un contenedor de basura de un supermercado. Os lo deseo de corazón porque, no creo que sea
necesario pasar por eso para saber lo que es.
¡Hay que ver cuántos mundos hay en este único plantea!
lunes, 6 de agosto de 2012
Somos mayoría IV (Julio Anguita)
No
han pasado aún dos meses desde el primer llamamiento de Julio Anguita a la
población para constituir un Frente Cívico que elabore un proyecto alternativo y
ya está aquí la cuarta entrega de ese “Somos mayoría”.
En
este documento, se aportan nuevos elementos para el debate y la reflexión con
cifras sobre el crecimiento de nuestro nivel de endeudamiento y el coste anual para
nuestra economía del pago de capital más intereses de esa deuda.
Los
datos no son opiniones y creo que en este caso son demoledores.
En
cuanto a la situación del Frente Cívico Somos Mayoría, 4050 personas se han
inscrito en el Blog del Colectivo Prometeo para comenzar a formar asambleas
territoriales. Alicante, A Coruña, Asturias, Cádiz, Madrid y Sevilla ya han
constituido asambleas y nombrado coordinadores.
En
el caso de mi ciudad, lo cierto es que los primeros contactos están resultando
un tanto agridulces.
Algunos
tenemos claro que debemos buscar puntos de encuentro, es decir, aquellas cosas
que tengamos en común que nos permitan unirnos para crear una base programática.
Unos principios que podamos consensuar entre todo el grupo y sabemos que a todos nos
obligarán a ciertas renuncias.
Por
el momento, somos un grupo de desconocidos a los que nos ha unido la voluntad
de dar una respuesta pacífica a la situación actual. Nos une la imposibilidad
de cruzarnos de brazos ante la consigna oficial que pretende cargarnos con un
lastre que no nos corresponde a nosotros soportar.
Pero,
si os hablo de sabor agridulce, es porque he notado que la gran victoria de los
poderosos, parece consistir en haber generado tal desconfianza entre nosotros
que, por momentos, y como viene siendo ya tradicional en la izquierda, nos
creemos que el enemigo está dentro y no fuera, de tal modo que el debate se ha
acabado centrando más en si este frente lo va a querer tutelar el PCE y en general
en temores diversos sobre “lo que va o puede ocurrir”.
A
nivel nacional, en el blog del Colectivo Prometeo, el debate está ahora en si
la “transversalidad” es adecuada o no o si la ideología que subyace es en el
fondo falangista.
Yo
os propongo un ejercicio. En las próximas elecciones generales, acercaros a las
sedes de todos los partidos que podáis y pedidles su programa político. La
mayoría os darán panfletos o trípticos porque es lo único que tienen. En mi caso,
de esto hace ya muchos años, sólo IU me entregó el programa íntegro en el que
se decía no solo lo que se pretendía hacer sino también cómo se pretendía hacerlo.
Poned
luego todos los panfletos sobre la mesa y analizad sus contenidos. Os
sorprenderán las extraordinarias similitudes que hay entre todos. Vaguedades aparte, casi todas
las discrepancias, tienen su origen posiblemente en conceptos religiosos: el derecho
al aborto, las relaciones con la iglesia o incluso la propiedad privada.
Recuerdo
que lo que más me sorprendió por aquel entonces fue leer algo así como: “la
tierra para el que la trabaja”. ¿Os imagináis qué partido llevaba esta frase en su programa?
Sí,
habéis acertado, era Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
Enlaces
relacionados:
- Descargar el Somos mayoría IV en formato .pdf
- Blog del Colectivo Prometeo.
- Formulario para los interesados en sumarse al Frente Cívico.
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